viernes, 15 de mayo de 2015
''La casualidad'' Matías Carballo
Me llamo Brad, en realidad así me dicen en la escuela vivó en New York solo. Lo que pasó en mi vida es algo muy peculiar, lo termine de superar con mucha dificultad, ayuda de amigos y otros familiares pero nunca pude borrarlo de mi memoria.
Mi madre era la persona a la que más quería, siempre asistíamos la familia completa al zoológico e insistía en mirar al león, tomábamos helado juntos y volvíamos caminando muy lentamente por una avenida muy tranquila. Mi padre siempre fue muy distanciado, no demostraba sus sentimientos a nadie,y tampoco le gustaban las obras de afecto aunque él insistía en llevarme a donde estaban los ciervos, quizá porque se siente cómodo allí.
No se por que sucedió, quizá fue porque mi padre no era participativo con la familia, quizá tenia una amante y mi madre se enteró, lo mas seguro es que el empezó a atacar y ella reaccionó otra opción era que tal vez malgastaba el dinero ganado por mi madre. Ella trabajaba de enfermera en un hospital cristiano, no se ganaba mucho. Pero en fin ella no dudo en asesinarlo, lo hizo mientras yo volvía de mis clases de natación o quien sabe. Más bien, me entere cuando volví de aquella clase. Lo último que le dije a mi padre fue ''no me esperes en casa'' , habíamos peleado una noche antes, mi madre es otra historia, la enviaron a un centro psiquiátrico y además asistía a clases de recuperación mental, yo iba a visitarla en esa casa con aspecto abandonado, muy vieja, las puertas y ventanas rechinan y el portero es un viejo decrépito, le llevaba un helado de chocolate pero con una nueva medicina ya no podía comerlo.
Después de mucho pensar, una noche decidido de saber lo que había pasado, para mi frustración, ella no dijo nada. Pienso que esa pregunta pudo haberla alterado, recordar todo lo que pasó de golpe no era bueno, en fin ella se suicidó.
En ese entonces tenía 21 años no necesitaba de un tutor así que me mude a un departamento, del que luego viviría allí la mayor parte de mi vida. De mi departamento que era alquilado hasta el zoológico que me trae varios recuerdos de mi infancia y adolescencia solo lo separaba un puente, pasaba por allí todo los días y lograba ver a esos animales de muy lejos.
En invierno solía haber tanto frío que los aires acondicionados no funcionan bien, en el zoológico hubo el mayor problema porque se los necesitaban para climatizar los hábitats de algunos animales. Como yo me había enterado el que debía arreglar aquel problema se olvidó de cerrar la puerta, grave error, los animales intentaron escapar pero los únicos que lo lograron fueron el ciervo y el león. Que casualidad, lo único que me trae recuerdos además a mis padres también deben irse.
Volví a casa, debía cruzar aquel puente, el cual debido a un cambio climático estaba cubierto de niebla, era tarde tenía que cruzarlo de todas formas. El espacio era muy tenebroso. Había visto tantas películas de terror que no faltaba ese pensamiento en mi cabeza de que algo muy malo iba a suceder.
A lo lejos vi una silueta ahogándose del lado del puente, como cualquier otra persona salte al rio al rescate, por suerte sabia nadar muy bien. Había muchas olas ese día, tarde más de lo esperado en llegar a donde estaba, mientras iba acercándome dude que fuera una persona.
Era el león que escapó del zoológico, cualquier otro no lo habría ayudado, pero ese animal me recordaba a mi madre y entonces lo intenté salvar. Creo que no fue difícil lo único que lo impedía eran sus afiladas garras clavándose de vez en cuando en mi brazo. Tuve la duda de que pasaría cuando lo salvase, si me devoraría o que, en cambio surgió algo dentro de él que se lo impidió. Ya tenía mucha suerte encontrar, salvar a un león y que luego saliera con vida, quise llevarlo de vuelta al zoológico, pero se me escapó, eran la 2:00 am aproximadamente, no quise buscarlo.
Al día siguiente sucedió algo más extraño pero que yo podía presentir, llegue a mi casa luego de un largo día lleno de imprevistos, encendí el canal de noticias y el reportero decía que ya encontraron al león y al ciervo, ambos muertos. El ciervo liquidado por el león, y luego este por motivos desconocidos. Para ellos era muy extraño, pero yo con la experiencia pasada no tarde en asociar cada animal con mis padres.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Matías: tu cuento pide a gritos ser reescrito, ya que hay mucho para rehacer tanto en el discurso como en la historia. Los hechos suceden y se resuelven con una linealidad y velocidad que los torna previsibles y no logran conmover. No resulta creíble cómo salva al león de morir ahogado; no se entiende qué provoca el asesinato del padre ni la analogía padres-animales.
ResponderEliminarEl discurso se torna explicativo y poco emotivo. Falta una elaboración más atenta de lo estético, del uso "extrañado" del lenguaje. Narrar no es decir qué sucede sino hacer que suceda y confiar en que el lector asuma el juego, las insinuaciones, los indicios.
Rever coherencia y cohesión. Errores en construcción de oraciones, puntuación, tiempos verbales, vocabulario. Por momentos, lo dicho resulta incomprensible
Nota: 5