Tras lo que no se puede ver
¿Qué hora es?- Preguntó en voz alta la muchacha. Como de costumbre, su pregunta no obtuvo
respuesta alguna, por lo que tuvo que moverse hacia el comedor para ver el
reloj. Tenía tiempo suficiente para terminar sus quehaceres.
Volvió al comedor, se sentó en el sillón, y prosiguió su
tarea de costura.
De pronto un ruido particular llamo su atención. Un crujido
constante perturbaba su paz y concentración.
Intento ignorarlo, pero la curiosidad pudo con ella. Divisó el lugar de la casa
de donde provenía aquel insoportable sonido y se dirigió allí a paso firme.
Al llegar a la puerta titubeo, no se animaba a entrar.
Inclinó su cabeza, y observó la habitación por la perilla. Soltó un grito
ahogado y se alejó bruscamente de la puerta.
Sus abuelos acudieron en un abrir y cerrar de ojos al sollozante grito de su nieta, Isabel.
Sus abuelos acudieron en un abrir y cerrar de ojos al sollozante grito de su nieta, Isabel.
La muchacha no podía hablar ni escuchar, estaba completamente
impactada. En ese preciso instante se levantó tambaleándose y corrió hacia su
habitación.
Esa noche, 15 de Julio de 1976, fue decisiva en la vida de Isabel. Al día siguiente los Sres. Trunnter, abuelos de la
muchacha, acudieron a mí.
Vinieron a comentarme que Isabel no
dormía, ni comía, ni salía de su casa. La abuela de Isabel, contó en la sesión
que los papas de su nieta se habían ido a un campamento que organizaba un grupo
de personas en la que ellos militaban y que entre ayer y hoy regresarían.
Cuando logre ganarme su confianza, comencé a tener sesiones con Isabel dentro de su habitación. No hablaba, simplemente
dibujaba cosas extrañas, como por ejemplo: Libros, cigarros encendidos, hombres
en uniforme, un príncipe, entre otras cosas. Jamás vi una chica tan enajenada.
Luego de ya casi dos semanas de análisis, empecé a intentar
por diferentes medios deducir lo que le había sucedido esa noche. Pero cada vez
que quería hablar del tema con ella enloquecía, lloraba y hasta a veces se
desmayaba. Analizarla más por sus dibujos me pareció una buena idea. Eran
siempre los cigarrillos encendidos, los hombres de uniforme y el príncipe lo
que ella tanto dibujaba.
Le pregunté sobre el oficio de sus padres y porque razón no
habían vuelto de su campamento hace ya unas dos semanas. No contestó,
simplemente dibujo una mujer atada a una biblioteca y un elefante adentro del
cuerpo de una boa, por lo cual no pude entender mucho su respuesta a mi
pregunta. Me sorprendió mucho el dibujo de la mujer atada a la biblioteca. Qué
quiso expresar? Seguí observando y pintó una puerta con cerradura…
-¡MAMA! – exclamó en voz alta la muchacha y corrió
velozmente a su habitación.
Esa tarde después de estar semanas tratando de entender las
pinturas de Isabel descubrí que el cuento infantil “El Principito” de
Saint-Exupéry, quizás tendría algo que ver por el asunto del elefante, la boa y
el mismo príncipe que ella tanto dibujaba. A la siguiente sesión le suplique
que me conteste una sola pregunta.
-¿Has leído el Principito Isabel?- Asintió y levanto la cabeza para mirarme. Sus ojos tenian una luz diferente
- A mi tambien me gusta mucho- exclame con seriedad
Sin embargo, dibujo que no estaba en su biblioteca. Intente nuevamente preguntarle por sus
padres y no tuve respuesta alguna.
Al día siguiente, la Sra. Trunner llamó a una mujer que se
había ido de campamento con los padres de Isabel para preguntarle que día
volverían.
-Buenas tardes, soy la madre de Sofría Trunner. Me gustaría
saber cuándo regresarán a Buenos Aires…
-Señora volvimos de ese viaje hace ya dos semanas- le dijo
la mujer despreocupada
Se quedó muda, no sabía que pensar ni que decir. Comenzó a
buscar en hospitales, comisarias entre otras y no encontró absolutamente nada
sobre su hija y el padre de Isabel.
La noche se acercó y ya no sabía más que pensar sobre el
caso de esta señorita. Me pasaba día y noche tirado en la cama tratando de
sacar alguna conclusión ´¿Qué había visto por la cerradura? ¿Porqué los padres no
regresaron? Los dibujos, “El Principito” y la mujer atada a la biblioteca,
tenían algo que ver? Miles de preguntas pasaban por mi cabeza y no conseguí
obtener respuestas.
Las agujas del reloj
tocaron las doce de la noche del 19 de Junio de 1977. Me levanté a prepararme
un té y en la cocina escuché ese mismo crujido que había descrito perfectamente
Isabel en la puerta principal. Me acerque a la puerta, mire por la cerradura y
pude identificar claramente esos hombres de uniforme tratando de ingresar a mi
casa. Me asuste, tomé de mi biblioteca tantos libros como pude entre ellos, “El
Principito” y antes de escapar un señor alto, gordo y rubio de ojos marrones
con uniforme se acerco a mí. Agarró mis libros y en ese instante, mientras veía
como los mojaba con alcohol y los prendía fuego con cigarros encendidos logré
escapar hasta la mañana siguiente…
"El principito trata temas universales como el amor, la amistad, la naturaleza humana y el sentido de la vida. El censurar, prohibir, desaparecer y quemar libros no solo se silencia a los autores, si no que se pretende destruir identidades, conocimientos y saberes. Borrar memorias. Borrar recuerdos" Dr. Froken (Julio 1958- Junio 1977)
Camila: si bien escribís un texto correcto, desde el título ya prevemos qué puede pasar y prácticamente se cumplen las expectativas; así, nada sorprende o conmueve, pues no hay tensión ni una vuelta de tuerca para no caer en lo esperable. Además, hay incoherencias en el argumento. Se afirma Que "Esa noche, 15 de Julio de 1976, fue decisiva en la vida de Isabel. Al día siguiente los Sres. Trunnter, abuelos de la muchacha, acudieron a mí. Vinieron a comentarme que Isabel no dormía, ni comía, ni salía de su casa": ¿Qué alarma a los abuelos, si solo ha pasado un día? ¿Por qué consultan a un psiquiatra? ¿Por qué no esperan a los padres? ¿Los padres de Isabel han regresado a la casa? ¿Cómo sabe ella que los secuestran y queman el libro? ¿Lo ve, lo imagina, lo alucina?
ResponderEliminarResulta inverosímil que los abuelos y el psiquiatra ignoren, en julio del 76, qué implica la militancia y no entiendan porqué no regresan. ¿cómo puede el médico conocer la conversación telefónica de la abuela? ¿Qué sucede con Isabel? ¿Por qué vienen por el psiquiatra que vive al margen de lo que está sucediendo? Tampoco es creíble que intente, en medio de una huida, llevarse libros y que pueda escapar. ¿Cuándo escribe y cómo, si él desaparece, se preservan sus papeles?
Repensar en el manejo del narrador, la intencionalidad estética y uso extrañado del lenguaje.
Rever puntuación, párrafos, preposiciones, ortografía.
Nota: 6