Leer un libro no es lo mismo que ver una película, no
es mejor ni peor, pero son dos cosas distintas que según los gustos de quien
lee o ve apreciara uno más que el otro.
Cuando se lee un libro se proyecta una película en tu
imaginación, uno interpreta en su mente como cree que fueron sucediendo los
hechos y lo que los personajes sentían y pensaban. Nadie interpreta los libros
exactamente de la misma manera, podemos tener mismas opiniones pero siempre
vamos a tener nuestros segundos pensamientos frente a las situaciones que se
plantean (“No hay dos personas que lean el mismo libro” - Edmund Wilson), por
eso al ver la película luego, depende mucho de la interpretación del director
que la dirige y los guionistas que escribieron las líneas, esto, muchas veces
frustra al lector que no siempre está de acuerdo con la transformación fílmica.
Se supone que una buena adaptación tiene que ser lo más objetiva posible y
apegarse a lo que dice el libro, pero pocas veces pasa esto, ya que las
películas suelen ser adaptaciones, no copias, y muchas cosas que están escritas
en el libro son los pensamientos de los personajes y aunque el actor sea muy
bueno e interprete bien las situaciones nunca vamos a saber con seguridad sus
pensamientos o sentimientos a menos que hable una voz en off, pero esa voz ya
estaría narrando. En “El Lector” uno puede hacer pie en esto ya que Michael era
muy especifico con lo que sentía y tal vez el actor no puede trasmitirlo
completamente. La película según cómo te hayas imaginado el libro puede ser
aburrida, emocionante, puede gustarte más, o menos, pero siguen siendo dos
creaciones separadas y mayoritariamente distintas.
Se podría decir entonces que para conocer la historia
uno mismo tiene que leer el libro y no dejarse llevar por lo que un director expuso
en la pantalla. Sin embargo hay muchas personas que por varias razones
prefieren la película al libro, “Si puede ser escrito o pensado, puede ser
filmado.” - Stanley Kubrick. Plantean que te dan una idea del aspecto físico de
los personajes que muchas veces los escritores por encontrarlo redundante pasan
por alto para ir al meollo de la cuestión. También dicen que son más resumidas
y entretenida, es cierto que las películas solo
pueden durar dos horas como máximo (“Lo bueno del cine es
que durante dos horas los problemas son de otros.” - Pedro Ruiz) y por esto
puede hacerse más llevable para alguien a quien no le gusta o no está
acostumbrado a leer, pero también esta es la razón por la cual las películas
omiten varias escenas, incluso algunas importantes que llegan a cambiar el
sentido del filme, y esto ya la estaría adaptando y recortando. Muchas escenas
fueron cortadas en “El Lector” como cuando a Hannah se le engancha el vestido en las ruedas,
cuando hacen la excursión en bicicleta, esta va a ser una de las imágenes que se le va
a quedar grabada en la mente a Michael. O cuando Hannah se
despierta y no lo ve en la cama pero este le deja una nota para que no se altere
y ella miente con que no la encontró, esto en el futuro le sirve a Michael para descubrir que era analfabeta. Tampoco aparece cuando
se va de la pileta porque le parece ver a Hannah y luego ella desaparece.
Terminando la idea, cuando se lee un libro, es tu mente
la que pone los límites a la interpretación, ya que es tu imaginación la que da
color a los detalles. En cambio con una película tu mente se concentra en
detalles ya establecidos por la mente de alguien más, y aunque en general esto
es mas relajante (solo tienes que prestar atención a la trama y no realizar ningún
esfuerzo mental) con el libro tu imaginación hace que la trama sea única, porque
solo tu pudiste crear los detalles con las herramientas que te dio el escritor.
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