Para empezar
elegí el libro “Dos veces Junio” porque me lo recomendaron amigas que lo
estaban leyendo. En sí el nombre del libro no me llama mucho la atención.
Espero entenderlo ya que por lo general no soy de leer y cuando lo hago me
cuesta. También espero que me guste, que me resulte fácil y entretenido.
Lunes 21/11
Después de
llegar a casa cerca de las dos de la tarde, comer, ponerme ropa cómoda y
acostarme en mi cama decidí arrancar a leer “Dos veces Junio”.
Lo encontré
en internet. No tengo muchas ganas de leerlo.
El
prólogo “En junio murió Gardel,
en junio bombardearon la
Plaza de Mayo.
Junio es un mes trágico
para los que vivimos en
este país.”
Me hace
entender un poco del por qué del título.
Leí las
primeras tres partes del primer capítulo y en el primero hubo una frase que me
impactó.
Parte I : “¿A
partir de qué edad se puede empesar a torturar a un niño?”
Pienso en el
por qué de esa nota en el cuaderno, el por qué hay una persona que se hace ese
tipo de preguntas.. Aunque quizá sea más de una. En serio existen personas con
ese pensamiento? Cuesta creerlo.
El hecho de
que la persona que lo leyó le haya dado importancia a la ese de la palabra
“empesar” y no a lo que significa verdaderamente la frase fue algo que me llamó
mucho la atención.
Al principio
me resultó complicado entender de qué sorteo se continuó narrando, tuve que
preguntar y buscar información. Cuando leí, se trataba de los sorteos que se
realizaban para ir a la COLIMBA, en esta palabra se encuentra el significado de
las tareas que debían realizar los soldados en el Servicio Militar Obligatorio,
correr, limpiar y barrer.
En la parte
IV me di cuenta de que el personaje salió sorteado con el número “Seiscientos
cuarenta.”
Me resulta
complicado la manera en como pasa de un capitulo a otro hablando primero en
singular, después en plural.
Llegando a la
parte VI se me ocurrió leer la I, III y V seguidos, uno atrás de otro. Ahí fue
cuando entendí con más claridad el primer suceso del cuaderno en la mesa, la
mesa en la habitación vacía y el sentimiento del personaje que se sentía
observado.
En las
primeras partes se nombra un par de veces el número cuatrocientos noventa y
siete, el capítulo se llama de la misma manera.
Llegué a la
página 10 y confirmé por el momento, porque no sé si seguirá igual, que si leía
las partes del capítulo con números pares y los impares por separado todo era
más claro. Los pares por ejemplo, hasta el momento contaban los hechos antes,
durante y del día después del sorteo. Los impares supongo yo, que narraban a
partir desde el momento que el chico entró al servicio militar.
En las
partes escritas con números romanos hasta el XI, el personaje mantiene en
todos, el pensamiento de que hizo mal al corregir la ese, sostiene que obró mal
y se siente culpable ya que el que había escrito la frase podría ser algún
milico. Pienso que su sentimiento es la causa de las cosas que le dijo el padre
antes de entrar al servicio, una de estas era “El superior siempre tiene razón,
y más aún cuando no la tiene”.
La parte IX
no la entendí, leí un poco más para ver si se concluía el hecho, pero no.
Pasaron cuatro partes (llegué a la XIII) cuando recién logré unir una parte
aunque seguía sin entender. Pasaron otras cuatro partes exactamente cuando vi otra parte de esa historia narrada, se trataba de una mujer que estaba por dar
a luz a un bebé y se encontraba sola.
Llegué la parte XIX y es lamentable. “Le
arrimaron un balde y un trapo, y le ordenaron que limpiara lo que había hecho.
Entre risas la vieron fregar los líquidos de su cuerpo. “La placenta metela
nomás en el balde”, le dijo uno”, si bien no logro ubicarme en este
relato me parece horroroso solo imaginarme que alguien haya vivido algo de tal
magnitud.. parir sola, sin el apoyo de nadie cercano y que te traten de esa
forma, con el dolor emocional y físico que causa. Todavía me sorprende que
existan personas tan crueles, sin corazón, sin capacidad para pensar en el
otro.
El libro
continúa con otro capítulo “Ciento veintiocho” y con este nombre supongo que se
refiere al Fiat 128 que tenía el padre del personaje principal. Es en este capítulo que logro entender que de la mujer
que da a luz es una detenida.
Otro
capítulo “Ciento dieciocho” no supe bien por qué, lo tuve que buscar y me
apareció que son los minutos que llega a contar la detenida durante su
revisación.
Una frase
que llamó mucho la atención fue “dos fuerzas chocaron en la formación de
la Argentina: una caótica, irregular, desordenada, la de las montoneras; otra
sistemática, regular, planificada, la del ejército” no supe bien a
que se refería, intenté buscarlo también pero no encontré nada concreto.
Me impacta
el nivel de violencia con el que se manejan, “El doctor Padilla había dicho
que no daba un centavo por la vida de la madre, y que los de la lista de espera
empezarían a meter presión no bien supieran que el nene había nacido
sanito”, “No era el que le acariciaba
la cabeza. Era uno que le clavó el taco de las botas en los pies descalzos.
Después se inclinó hacia ella para hablarle en voz baja. No precisó verlo para
saber que se acercaba. Le oyó decir: “Esto no es un jardín de infantes”. Le oyó
decir también: “Acá los pendejos no duran”. Después se calló, para ver si ella
hablaba. Cuando se fue, golpeando los tacos, ella quiso mover los dedos de los
pies, pero no pudo.” , tanto desprecio? No eran capaces de tener un
mínimo respeto hacia aquellas mujeres que eran abusadas en la cárcel. Y por qué
lo tendrían? Si al fin y al cabo eran objetos inertes.
Siguieron
los capítulos “Mil novecientos setenta y ocho” año en el que se jugó el mundial
de fútbol, este capítulo resalta todo el tipo la formación de los jugadores de
Argentina, nombres, nombres y apellidos, posiciones en la cancha, la
procedencia de cada jugador, numero de camiseta, fechas de nacimiento, altura,
peso… me resultaron aburridas aquellas partes del capítulo.
“Ochenta
mil” la capacidad de espectadores que entraban en el estadio. “Si
la Argentina ganaba, hasta podía suceder que la noche entera se fuese sin
novedad. Era mejor no imaginar qué podía pasar si perdía. Pero eso nunca había
ocurrido, y no tenía por qué ocurrir.” Al leer esto se me puso la
piel de gallina, me acordé del último mundial en el 2014, ese último minuto.
“Veinticinco
millones” con estas dos palabras arranca la primera estrofa del mundial del
’78.
“Cero uno”
el nombre de este capítulo se refiere al resultado de aquel partido en el que
perdimos (1-0) contra Italia, el primer partido perdido desde que empezó el
mundial.
Leí hasta la
página 53
Jueves 24/11
Hoy fui al
colegio solamente para entregar un trabajo práctico, volviendo a casa en el 113
continué leyendo un poco, ya que en viaje dura 15 minutos como mucho, desde
donde había dejado el lunes.
“Sólo eran
portadores de la pena que sentían: con ella a cuestas volvían a una ciudad que,
con la misma pena, los esperaba.” “Era
una especie de infinita marcha fúnebre” Estas son frases que me entristecen, pensar en aquella derrota en
AQUEL momento, en el cual el país se encontraba en dictadura militar, lo hace
peor.
Tuve que
dejar de leer, llegué a barrancas y debía bajarme. Una vez en casa, comí, me
acosté y continué leyendo.
El personaje
principal estudia medicina.
Capítulo
nuevo, “Doscientos dos” que hace referencia al número de habitación que le tocó
al conscripto. En este, se describe en varias partes esa habitación, se repiten
y a la vez se suman cosas.
“El problema de
nuestro país es la ignorancia. Pero no la ignorancia de los ignorantes: ésa
está en los cálculos y es funcional. El problema de nuestro país es la
ignorancia de los que estudiaron y se supone que tendrían que saber”. Esta frase, se podría repetir ahora,
treinta y ocho años después.
El que sigue
se denomina “Cinco” en una de las partes se comienza a narrar otra historia,
una en la que una chica se queda en el camino con su bicicleta ya que a esta se
le pincha una de las ruedas. Es en ese momento en el que justo pasa un camión
del ejército, el cual transporta a cinco soldados. Las intenciones de estos
cinco son obvias, violarla. Personalmente me hace mal leer o enterarme este
tipo de cosas ya que viví una muy de cerca. Pienso en las situaciones que pasan
actualmente y siguen tal cual. No puedo creer que hay tanta maldad, que no se
respete a una mujer, que existan personas que sientan que tienen el poder de
hacer con ellas lo que se les cante.
Al mismo
tiempo se narra otra historia, en la que el personaje principal se encuentra en
la habitación (doscientos dos) con una de las prostitutas. El cual describe esa
noche como la mejor, para él fue necesario atarla, pedirle que finja disgusto y
horror, que trate de soltarse aunque bien sabía que ella no iba a poder. Me
resulta espantoso el hecho de que haya tenido la necesidad de básicamente
fingir que la estaba violando para disfrutar esa noche.
Capítulo
“Dos trecientos” el nombre es por el peso del bebé de la mujer detenida.
Le sigue el
“Cuarenta y ocho” es la característica del número del abogado que le dio la
detenida. Hay una parte en la que el personaje principal se encuentra
escuchando a una detenida (se trata de la mujer que había dado a luz al
principio del libro), el trato que le da y el vocabulario que usa es horrible,
como por ejemplo “Callate, hija de puta, callate de una vez” “Te voy a romper esa
boca de una piña, hija de puta” “A la concha de tu madre” “¿Y vos qué carajo
sabés quién soy, hija de puta?”. La manera de denigrarla así es
impactante, sin ninguna necesidad.
Sábado 26/11
Ya casi es
de noche y todavía me faltan un par de páginas, me queda poco tiempo para
terminarlo. Busco los anteojos y como siempre, me acuesto en mi cama para leer.
Capítulo
“Trescientos noventa y ocho” nombrado por 390 Ford Fairlaine y 8 horas de descanso. El significado de
este título fue complicado de entender y lo tuve que buscar.
Arranca el
epílogo “Treinta del seis”.
El capítulo
se denomina “Uno dos”, en este arranca hablando de Maradora y logro entender
que el nombre del título se debe a nuestra derrota contra los italianos.
Supongo que habla de otro mundial, no de un partido cualquiera, por lo tanto
habrían pasado cuatro años. En este mismo, el personaje principal (sigo
llamándolo así porque en todo lo que va del libro aún no se mencionó el su
nombre) se encuentra leyendo el diario, donde ve una publicidad que le llama la
atención y luego de esta ve una noticia sobre los caídos en el combate,
fijándome las fechas y demás me di cuenta de que aquel combate se trataba de la
Guerra de Malvinas. En la lista de caídos encuentra el nombre “Sergio Mesiano”,
hijo del Dr Mesiano.
Capítulo
“Ciento treinta y tres” refiriéndose al auto del protagonista. En este, el ex
conscripto del Dr Mesiano decide ir a buscarlo a la casa, duda si seguirá
viviendo allí pero finalmente decide arriesgarse, lo que podría llegar a pasar
es encontrarse con otras personas al llegar.
Capítulo
“Mil novecientos ochenta y dos” con este titulo supongo que se refiere al año
en el que pasó la Guerra de Malvinas. Su visita se produce por el fallecimiento
del hijo de aquel hombre el cual dice “No hay que llorar. A los héroes no se
los llora”.
Capítulo “Seis”
el mes de junio recibe este número.
Sigo sin
saber qué es lo que le pasa a Lidia, la esposa del Dr Mesiano y me intriga.
¿Por qué se oculta tanto? O ¿por qué la ocultan?
Hablan de un
nene, lo primero que pienso es que es el hijo de Ángela y Alberto, pero
recuerdo que anteriormente en libro se narró una parte en la que el Dr Mesiano
hablaba con el protagonista contándole que su hermana no podía quedar
embarazada. Por lo que me queda en duda quién es el nene de pelo castaño.
Ángela lo llama al patio diciendo “Antonio!” pero se llama Guillermo, o capaz
se llame de ambas maneras.
Capítulo
“Cuantro” se debe a los años de Guillermo, habría nacido aquel año de nuestra
derrota contra Italia, en 1978 para ser más exacta.
En una parte
cuando el nene se encuentra jugando con una pelota, Alberto le dice “Con
los pies, Antonio. Con las manos juegan las nenas”, el machismo de
aquella época no ha cambiado. Es un nene de cuatro años simplemente,
descubriendo las maneras de jugar, descubriéndose a sí mismo. Con el
pensamiento de que “con las manos juegan las nenas” “con los pies los varones”
no llegamos a ningún lado y así estamos.. Dos mil dieciséis y todavía existen
personas con esa mentalidad.
Capítulo
“Seiscientos treinta” en este último se termina de contar la visita del
protagonista al Dr Mesiano. Luego de esta se ve que le trajo recuerdos al
personaje, quien vuelve a su casa y sueña con la prostituta que había pasado
una noche. La sueña a ella y el tic de su boca.
CONCLUSIÓN
Sinceramente
sentí que el libro no me iba a gustar, desde el principio el título no me llamó
la atención y leyendo las primeras páginas me costaba leerlo por el hecho de
cómo estaban organizados los capítulos, las partes de cada uno, etc. Sin
embargo me resultó entretenido y me gustó, estoy contenta con esto porque no
cualquier libro me gusta. Además fui averiguando varias cosas de la época en la
que se narraba, preguntando otras que no sabía, busqué el significado de
palabras que no conocía.
Una de las
dudas que me surgió y no encontré la respuesta fue cuando el protagonista busca
al Dr Mesiano fuera de la cancha para que le responda urgente la famosa
pregunta. ¿Qué pasó con el sargento Torres y el cabo Leiva que lo estaban
esperando a ambos? Ya que luego de encontrarlo pasaron la noche en un
prostíbulo y no se apuraron en nada.
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