miércoles, 23 de noviembre de 2016

Diario de lectura de Dos veces junio - Antonella Morales

¿Cuándo dejaremos una parte de junio?







19 de noviembre de 2016

Hoy, empecé a leer “Dos veces Junio” de Martín Kohan. Fue mi segunda opción ya que el pdf de la novela que quería no se encontraba en Internet.
Cuando escuché el nombre, lo primero que pensé es que se trataría de algo relacionado con el amor, pero me equivoqué. Esperaba que sea algo denso y complejo pero hasta donde llegué, no lo fue (aunque sí tuve que buscar el significado de algunas palabras, por ejemplo, contrariar, anodinas, atisbo, hedor, etc ).

La novela narra la época en la que Argentina se encontraba en una dictadura militar, en ese entonces, la Selección jugaba los partidos del Mundial.

 El personaje protagonista salió sorteado en el servicio militar y para su familia era un orgullo que su hijo se convirtiera en un soldado. El padre, que también había realizado el servicio, le contaba anécdotas para que le sirvan como consejos y sepa cómo es que se manejan allí adentro, qué es lo que debe o no hacer, cómo debe mostrarse ante sus superiores y sus colegas.

“ Mi padre era un hombre muy dado a contar anécdotas. Muchas de esas anécdotas, como suele ocurrir, provenían de sus ya lejanos quince meses de servicio militar, y apenas se supo con certeza que el número que me había tocado en suerte era el cuatrocientos noventa y siete, todas ellas volvieron a ser contadas, una por una, como por primera vez.”



“Pocas cosas me contrarían tanto como las faltas de ortografía. La nota del cuaderno podía haberla escrito Torres, el sargento, o en todo caso Leiva, el cabo, que era lo que en verdad yo presentía, porque lo veía menos instruido y con menos luces. De cualquier modo, yo no tenía ningún derecho a corregir a un superior, fuese quien fuese, ni tampoco a otro soldado, porque yo no valía más que ese otro soldado, incluso cuando la razón estuviese de mi parte. Yo podía saber bien las reglas ortográficas, y el que había escrito la nota podía ignorarlas. De hecho, en una frase tan breve, en una frase tan simple, había cometido un error de consideración. Pero eso no me daba derecho a corregirlo, ni tenía por eso que sentirme superior, porque yo en ese lugar no era un superior, era un subordinado”

Me hizo ruido que el conscripto al ver la falta ortográfica de la frase escrita en un cuaderno que decía “A qué edad se puede empezar a torturar un niño?” sólo se preocupó porque no descubrieran que había sido corregida y no le significó nada el hecho de que alguien se preguntara cuándo pueden comenzar a maltratar a una criatura, algo que hoy en día es un tema de mucho debate y que está muy mal visto. Creo que en ese entonces el nivel de violencia que se manejaba era tan natural que esa frase no era algo importante.

Además, me llamó la atención el parto de la detenida que se llevó a cabo, sentí que fue algo muy poco higiénico, torturador para la mujer que estaba dando a luz ya que hicieron que limpie los líquidos de su cuerpo y le dijeron que coloque la placenta en un balde.Asimismo, el doctor Padilla sugirió que la detenida no fuera utilizada hasta que pasaran por lo menos treinta días del alumbramiento. Impresiona leer cómo temas que se tratan en la actualidad vienen de tanto tiempo atrás, esto de que la mujer sea vista como un objeto sin valor alguno, que pueden hacer lo que quieran y no decida sobre su cuerpo.

“Existía, incluso, una tradición, según la cual el chofer de un oficial terminaba acostándose con su mujer y hasta con alguna de sus hijas. Mi padre dijo que esta regla contaba con pocas excepciones”

“Yo sentía un gran orgullo por la manera en que el doctor Mesiano confiaba en mí, y por cómo los demás ya sabían que lo que le decían a él también me lo podían decir a mí.

Por otro lado, el personaje cuenta cómo es su relación con su pasajero, el Dr.Mesiano, dice que él le tiene mucha confianza y que no era posible que se de esa excepción en la que se acueste con su hija o mujer ya que tenía un hijo llamado Sergio y de su mujer nunca habían hablado y tampoco quería preguntarle, sólo tenía diferentes  versiones de que sufría una enfermedad terminal y no podía levantarse, de que estaba postrada sin agonizar y de que tenía problemas mentales y por eso debían apartarla de la sociedad.
Detalla cómo son los días con el Dr, donde algunos son tranquilos y otros más movidos donde debe llevarlo a diferentes unidades aunque siempre era la misma rutina, ir a buscarlo a las seis y media de la mañana y levantarse cinco y media para realizar el aseo del auto, su propio aseo y el recorrido hasta la casa de Mesiano.

En el subcapítulo XI del capítulo Ciento Dieciocho se desarrolla una situación que requiere ser resuelta a la brevedad por el chofer ya que el dr.Padilla precisaba la respuesta del dr. Mesiano sobre qué hacer con el bebé de la detenida ya que las personas que formaban parte de la lista comenzarían a meter presión al saber que el recién nacido se encontraba sano y tendría ojos claros. El conscripto buscó en los lugares donde siempre se movía el Dr, pero no lo encontraba, por suerte encontró a alguien que sí sabía el paradero de Mesiano, Ludo (otro conscripto) sabía que el general Maidana le había conseguido dos entradas para ir al partido  y que se había marchado en el coche del general.
A esto se sumó la presión ejercida por el general Torres y el cabo Leiva ya que le habían dejado claro que habría consecuencias si esto no era resuelto rápidamente.

“Pero las complicaciones del tránsito en las calles fueron aumentando a medida que me acercaba a la zona del estadio”

“Esa noche, por razones obvias, no se hacían prácticas en el Tiro Federal, y había como una ausencia de los estampidos de fogueo detrás de los muros que no dejaban que nada se viera”

En esta parte de la novela fue donde más me metí con la historia ya que la búsqueda del dr.Mesiano fue en el Barrio de River y hasta sentí que me encontraba en ese lugar porque como solía ir a la cancha, sé lo que es la cantidad de gente que va y que es a un paso muy lento el caminar que hay y  lo que puede circular un auto. Es la primera vez que me pasa esto de sentirme dentro de una historia y que me genere una sensación de satisfacción porque entiendo dónde está sucediendo el relato sin dificultad y no tengo que recurrir a ninguna fuente para ayudarme.
Lo mismo me pasó y no mencioné antes cuando leí sobre el Ford Falcon que el personaje maneja, porque en el Museo de la Ex Esma se encuentra uno pintado de blanco y varias veces que visité, lo vi.

“Si uno miraba con atención las ranuras de las persianas de las casas, veía en todas ellas el brillo celeste de los televisores encendidos. Sólo así se advertía que la ciudad no había sido desalojada, que no era uno de esos episodios de las guerras en que todos los pobladores de un lugar lo abandonan y se marchan, sin dejar en él cosa alguna que pueda servir al enemigo que invade.”

De este fragmento, lo que me llama la atención es cómo un simple partido puede distraer a una población sobre lo que realmente debería preocuparles que es la guerra que estaba desarrollándose.

Ocurrió algo que no logré comprender del todo y es el porqué una chica corría desesperada y llorando. Y también , cuando fue a comer a una pizzería antes de llegar a Congreso  sucedió que un policía ingresó al local exigiendo unas empanadas y vino y una vez que terminó y preguntó por el partido se fue sin pagar y sin despedirse. Creo que en estos momentos también es evidente que sucede que por creerse superior no valoran el trabajo de otros y pasan por arriba de cualquiera que tengan en frente.

Hoy leí hasta la página 50.


                                             20 de noviembre de 2016

   Todavía continúa la narración sobre que se encuentra en el estadio, pero, el partido ya finalizó y Argentina perdió, expresa la tristeza que hay en el ambiente, cómo caminan sin ganas y desentendidos de lo que sucedió.
 Cuenta que está estudiando la carrera de medicina y al final concluye en que si el dr. Padilla supiera igual o más que el dr. Mesiano no debería porqué recurrir a él.
                                    “Pero antes hay que salvar esta noche de mierda”
Finalmente, el chofer y Mesiano que estaba con su hijo se encuentran y terminan en un bar de copas bebiendo whisky. El dr. realiza un llamado y luego de este les dice a los muchachos que ya se encontraban las chicas, eran prostitutas, una para cada uno.

Esto me recuerda a cuando salía de un partido de River y el resultado no había sido favorable, veía rostros con tristeza y cómo cada uno tomaba los colectivos que lo dejaban en sus hogares.

 Ya habían pasado varias veces de que el conscripto le demostró a Mesiano que estaba ocurriendo algo que debía resolverse con urgencia y como respuesta el dr le contestó
    
“El problema de nuestro país es la ignorancia.Pero no la ignorancia de los ignorantes: ésa está en los cálculos y es funcional. El problema de nuestro país es la ignorancia de los que estudiaron y se supone que tendrían que saber”

Con este dicho creo que se mostró bastante molesto y siento que el dr. Padilla era menos profesional que él, aunque todos pueden tener una duda que consultarle a otro colega.

El narrador relata un suceso donde se encuentra una mujer con marido y el amigo de su marido en una situación dudosa que culmina con un diálogo que dice

“La muy puta no va a olvidarse de la lección que le hemos dado —dice el marido.
Detrás la mujer se palpa, dolorida.
—Si alguna vez quiere olvidarla —dice el amigo—, el cuerpo se la va a
recordar.”
Poco después de esto, vuelve a aparecer un hecho donde una joven que se le pinchó una bicicleta en  un golpe de suerte (o no tanta suerte) ve venir un camión con seis jóvenes soldados (contando al que maneja) y busca su ayuda. Estos muchachos que hace tanto tiempo no ven una mujer, aprovechan la situación y abusan de ella.

“Es un misterio cómo, si la ropa se la arrancaron a jirones, la muchacha aparece vestida otra vez igual que estaba al principio. La cargan en la parte de atrás del camión. Allí viaja, se supone que hacia la estación de servicio, junto con su bicicleta averiada.”


En estas dos situaciones, es claro el maltrato que sufre la mujer, catalogandola de “puta” por haber estado con el amigo, dándole una paliza. Me sorprende realmente cómo es que la violencia de género es algo que viene hace tantos años atrás y no hemos conseguido terminar con esto, es más, cada vez son más las mujeres maltratadas, asesinadas, violadas y en el mundo (aunque se realicen marchas y haya charlas para concientizar sobre la violencia) siga siendo tan natural esta forma horrible de tratar a un ser humano. Además de que en la situación de la mujer y el amigo del marido, sólo se le echa la culpa a la esposa, como si no existiera el amigo y no haya estado involucrado en el asunto.

En lo que sigue de la novela , finalmente llegan a Quilmes donde se encuentra el dr. Padilla y mantienen una conversación en donde hablan sobre el peso del bebé y reiteradas veces, Padilla  le pide a Mesiano que se retire su chofer. Una vez que accede a esto, el conscripto queda en un pasillo y el que lo vigila se va un rato y le pide que se quede a cargo él. En este tiempo, es donde el protagonista vive un momento donde más cerca está de la detenida que le pide por favor que la ayude y llame a un abogado y cuente qué es lo que está pasando así los buscan y los liberan junto con sus compañeros o que por lo menos salve a su bebé, ella quería convencerlo de que no era uno más y de que en unos meses lo soltaban. Muchas veces fue las que el conscripto le pidió violentamente que se callara y hasta después que volvió el vigilante recordó la situación como si estuviera perturbado.

 “En unos meses te largan”, me dijo. “En unos meses estás afuera y sos el de siempre.” Ningún otro habló, si es que había algún otro cerca, ninguno chistó, ninguno silbó, y ella me seguía diciendo: “A vos no te va  a pasar nada”. Quería que avisara en qué lugar la tenían. “Nada más que eso, no hace falta que digas quién sos.” Yo le dije que se callara. Le dije que estaba harto de escucharla. Me pidió que le salvara al hijo, que llamara desde un teléfono público para decir dónde los tenían y que después cortara la comunicación. “Estás muerta, hija de puta”, le decía yo, y ella me decía que avisara por el hijo. “Callate de una vez”, le dije yo, “no hables más, hija de puta, no ves que ya estás muerta”. Y ella me pedía por el hijo y por los compañeros”


                                   


Esto me dio mucha tristeza, leer la desesperación (y hasta sentirla) con la que esta mujer pide ayuda y del otro lado ser un cómplice más de esta tortura y no ayudar en absolutamente nada, debió ser horrible estar en un lugar así, donde no sabes ni en qué día estás, no poder comunicarte con tu familia, no tener la capacidad de poder defenderte.

Algo que remarco que creo muy importante es la información que da el dr Mesiano sobre su hermana que no puede quedar embarazada.

“Escuché que el doctor Padilla decía: “Primero está la lista”, y escuché que el doctor Mesiano decía: “Primero está mi hermana”.” “Mi pobre hermana buscó, buscó y buscó, tenés que ver cómo buscó, y no hubo caso. No le quedó especialista por consultar, ni método por probar, y no hubo caso”.

Hoy llegué a leer hasta la página 101, estoy impaciente por saber cómo es que va a terminar todo esto. ¿Qué va a pasar con la mujer?.¿ Qué destino va a tener su bebé?.¿El conscripto saldrá del servicio y terminará la carrera de medicina?.

                                               
                                                     21 de noviembre de 2016


El doctor Mesiano y su chofer llegan a la Escuela donde sólo entra con el auto, Mesiano, el conscripto es enviado a que “dé unas vueltas y vuelva en una hora”. Cuando regresa, le pregunta al dr si desea que lo lleve a la casa y éste le dice que no.
Vuelven a Quilmes y al llegar, el dr Mesiano entra y al retornar lo hace con cargar que coloca en las puertas traseras y le pide al conscripto que no frenara bruscamente.
Cuando por fin puede dormir, sueña con la “ puta del tic” (la prostituta con la que estuvo en la habitación estándar)
El dr le da el día lunes libre y sólo le pide que lave el auto.

“Naturalmente, ninguno de esos nombres y apellidos significa algo para mí. Hasta que, más o menos en la mitad de la lista, encuentro el nombre de Sergio Mesiano.”

Luego de cuatro años, el ex conscripto (porque ya finalizó el servicio) se encuentra leyendo el diario y ve algo que le llama la atención (una publicidad de bajar de peso) , abajo de ella, se encontraba un comunicado del Ministerio del Interior que informaba sobre los caídos en combate y los prisioneros, dentro del primer grupo, estaba el nombre del hijo del dr Mesiano, Sergio. Al leer esto, comienza a dudar de si debe ir o no hasta la casa , teme que no lo quiera recibir pero entiende si es que no lo hace.
 

“El doctor Mesiano sabrá entender que yo haya querido visitarlo, y yo sabré entender si él no quiere recibirme. Pero estoy convencido de que esto último no va a pasar. Entre las virtudes que él aprecia se cuenta principalmente la lealtad. Y no es otra cosa que la lealtad lo que hoy me impulsa a verlo.”

De esto destacó la lealtad que tiene el protagonista con el dr, una persona que hace tiempo no ve y al enterarse de esta noticia insiste con ir a verlo aunque duda de que lo reciban.
Finalmente el conscripto decide ir en su Fiat 133 a la casa del dr donde es recibido por una jóven que luego de comentarle a Mesiano quién lo buscaba, le manda la dirección escrita para que no deje de visitarlo, en ese momento se encontraba en una reunión familiar.
 Cuando regresa, el dr lo recibe, se dan un fuerte abrazo y le dice:
                            
“No hay que llorar. A los héroes no se los llora”
 
Lo que pienso sobre esto es que la manera de hacer el duelo por su hijo, para él , era recordandolo con una celebración (porque su cuñado se estaba encargando del asado) ya que era un héroe que lo había dejado todo en el combate por su Patria y había que recordarlo de la forma más digna posible, tenerlo en lo alto y no lamentar su pérdida llorando.
Continuando con la narración, llaman al sobrino de Mesiano, resulta ser que se llama “Antonio”, en realidad Guillermo que es el nombre que la detenida le puso a su hijo al nacer, por ende, como la hermana del dr no podía quedar embarazada y existía una lista que estaba a la espera de un recién nacido, doy por sentado que el niño fue entregado a Ángela
                  “Con los pies, Antonio. Con las manos juegan las nenas.”

Aquí hay otra frase que la verdad me molesta, aunque por lo que averigüe sobre el tema el fútbol femenino en 1970 organizó su primer mundial en Italia y creo que ya es un comentario totalmente machista que está fuera de lugar porque no hay deportes exclusivos de cada género.

Por fin entiende porqué Lidia (mujer del dr Mesiano) no sale de la casa, cuando pide de ir al baño, se encuentra con la imagen de la mujer en una silla de ruedas con los brazos colgando y en una de las manos apretaba un pañuelo, estaba cantando una canción que no podía reconocer porque lo hacía en voz muy baja.
“ Ella no me ve. Está sentada en una silla de ruedas, los brazos colgando a los costados, una mano apretando un pañuelo. Mira la pantalla del televisor apagado, como si estuviese prendido. Se balancea hacia adelante y hacia atrás, como rezando. Algo está diciendo o cantando en voz muy, muy baja. Pero no se le entiende lo que dice.”

Luego de salir de la casa, anuncia que se va porque un amigo lo espera en el centro, en ese momento estaba por comenzar el partido de Argentina, había mucho temor por el resultado de este partido ya que los anteriores había perdido.
Se despide de la familia del dr y de él, dicen que no debe pasar mucho tiempo hasta que se vuelvan a ver y que espera verlo en circunstancias más gratas que ésta.
Al ingresar al auto pone la radio Rivadavia y cuentan que un periodista que se encuentra en España relata que los argentinos no pierden las esperanzas y se encuentran concentrando.
Llega a la casa. La verdad es que no tenía que encontrarse con ningún amigo en el centro.Se recuesta y hasta que el sueño llega, recuerda y piensa lo que vivió. Al dormirse sueña por segunda vez con la “puta del tic” aunque ésta vez ya no recuerda su cara, es difusa.

                                                          Estructura

Tiene dos partes. La primera lleva como título la fecha del partido (10/06/78), la segunda, la fecha de otro partido en que el protagonista visita a Mesiano una vez terminada la guerra de Malvinas (30/06/82).Todos los títulos de los capítulos son números con algún significado relacionado con el contenido , algunos son :
Cuatrocientos noventa y siete: Es el número con el que empieza el sorteo para los jóvenes que deben hacer el servicio militar. “La radio dijo: “sorteo”. Y dijo: “cuatrocientos noventa y siete”

Ciento veintiocho: Es el modelo del Fiat del padre del protagonista. “Yo estaba demasiado acostumbrado a la palanca al piso del Fiat 128 de mi padre”
Ciento dieciocho: Los minutos que llega a contar la detenida durante su revisación. “Mientras, ella se puso a contar los segundos que pasaban. No llegó a ciento veinte.”

Mil novecientos setenta y ocho: El año en el que se jugó el mundial de fútbol.
Doscientos dos: El número de la habitación del conscripto a la cual va con la prostituta
Cinco: Los soldados que vienen en la camioneta y abusan de la jóven. “Es un camión del ejército y transporta a cuatro soldados (cinco, si se cuenta al que maneja, y el que maneja debe ser contado)”.
Cuarenta y ocho: La característica del número del abogado que le da la detenida al conscripto. “Me dio el número de teléfono de un abogado, me pidió que no lo olvidara. Lo que me acuerdo, todavía, es la característica: cuarenta y ocho.”
Ciento treinta y tres: Modelo del Fiat del conscripto. “Ahora tengo un Fiat 133: un modelo nuevo que combina algo del 128 y algo del 600”

Mil novecientos ochenta y dos: El año en el que se jugó el mundial de Fútbol.
Seis: El mes seis (junio)  mes del invierno.
Cuatro: La edad de “Antonio”, el sobrino de Mesiano. “Cuando al chico, al que llaman Antonio, se le pregunta cuántos años tiene, él dobla con fuerza el pulgar hacia adentro, y muestra con orgullo, la mano en alto, los otros cuatro dedos extendidos.”
Y cada capítulo está dividido en subcapítulos ordenados con numeración romana
Los personajes son  el soldado (chofer), el Dr. Mesiano, el Sargento Torres, el Dr. Padilla, la detenida, el cabo Leiva, Sergio Mesiano (hijo del dr. Mesiano), Lidia (esposa de Mesiano), Ángela (hermana de Mesiano) , Alberto (esposo de Ángela) , Antonio (Guillermo, hijo de la detenida).
El narrador es el conscripto (primera persona).
                                                         

                                                           Conclusión

  • Reflexionar sobre las expectativas iniciales: ¿satisfechas o no?

La verdad esperaba llevarme menos de esta lectura, pero terminó interesándome un montón, desde el tema que trata hasta cómo está escrito porque es la primera vez que logro sentirme dentro de la historia como si estuviese hasta escuchando los ruidos que describe que hay en el momento de la narración.  Me gustó mucho que sea contado desde primera persona, eso sumo a que sea más creíble  la novela, aunque en algún momento de nuestra historia verdaderamente ocurrió esto.
 Por otro lado, quedó en evidencia que la violencia de género y los comentarios machistas son problemas que vienen desde hace mucho tiempo atrás y da vergüenza y miedo que todavía no hayamos podido progresar. Siento que cada vez retrocedemos porque veo las noticias y hasta se hace natural, como dije a medida que iba leyendo, escuchar o leer que una mujer fue secuestrada, violada y sólo a veces espero que el cuento no termine como todos, con una mujer asesinada. Asimismo, no sólo se expresa la violencia contra la mujer sino también contra los niños, ya que la pregunta inicial de la novela fue “A partir de qué edad se puede comenzar a torturar a un niño?”, aunque los militares veían a la juventud como los protagonistas del país, los que podian llevarnos hacia adelante, la manera en la que querían llevar a cabo esta tarea no era de la mejor forma

  • ¿Qué preguntas te quedan abiertas, qué te ha dejado con dudas y te gustaría aclarar?

Las preguntas que me quedaron sin responder son qué pasó con la detenida, con el cabo Leiva, el sargento Torres, el dr. Padilla. Supongo que a la detenida la habrán matado por no hablar sobre la información que sabía y que por eso fue que entregaron al niño a la familia del dr. Mesiano.
 
  • ¿Recomendarías este libro; por qué?

      Sí, recomendaría este libro porque considero que estaría bueno que se dé al mismo tiempo en el que en Historia estudien sobre la dictadura, creo que sería algo que incentivaría al lector para conocer más sobre el pasado de Argentina y es una forma entretenida de tratar el tema. Lo hace más dinámico y se pueden extraer muchas situaciones que sirven para explicar cómo es que vivían las personas detenidas y qué es lo que hacían los soldados.


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