miércoles, 23 de noviembre de 2016

Diario de lectura de Dos Veces Junio- Iara Morgenstein.

                                                                 Nunca Más Junio.




Como entre todas las novelas que estaban en la lista no sabía cuál elegir, le pregunté a mi hermana, que lee un montón, si había leído alguno de estos libros. Me dijo que la mayoría pero el que más me recomendaba era Dos Veces Junio. Por eso lo escogí. Mi expectativa es que espero que me atrape y me dé curiosidad para seguir leyendo, ya que mi lectura es muy escasa y leer no es algo que me fascine hacer.
Antes de empezar con el libro, busqué datos en la biografía del autor para tener una idea de a quien estaba leyendo. Martin Kohan, profesor de Teoría Literaria y escritor argentino. En su forma de pensar se observó una mente con ganas de enseñar, de formar y crear buenos lectores.


13 de noviembre:
Busqué la novela entre todos los libros que hay en mi casa. Por suerte la encontré, ya que leer por Internet me cansa mucho la vista y no me permite concentrarme tanto como cuando tengo el papel en mis manos.


14 de noviembre:
Lunes, día de dentista. Como siempre tengo más de dos horas de espera, llevé el libro para empezar a leerlo.
La primera parte del libro se llama Diez del seis. Este día leí hasta el capítulo "Ochenta y mil", ya que cuando estaba por empezar con el siguiente escuche: “Morgenstein”, al fin era mi turno, después de tres horas de espera.
¿A qué edad se puede empesar a torturar a un niño?
Al leer esto quede impactada, no sé si por la falta de ortografía, la cual claramente es intencional y corregida por el narrador, o por la falta de alma que alguien puede tener al hacer semejante pregunta. En ese momento, me puse a pensar si mi hermana estaba loca o algo por haberme recomendado un libro que ni bien lo abrís tiene esa interrogación, pero trate de borrar eso de mi mente y continuar con la lectura.
Luego me encontré con aquella historia sobre el sorteo para el reclutamiento de jóvenes para la colimba militar. Eso me hizo acordar a cuando mi papá me contó que él y sus compañeros estaban expectantes en el aula de su escuela con una radio prendida, escuchando si salían sorteados para ir a la colimba o no. Por suerte, por número bajo, él no la tuvo que hacer.

Después se presenta un nuevo relato de una mujer detenida que tiene a su hijo en el altillo del Casino de Militares. Allí es obligada a limpiar su propia sangre y placenta. Al instante, me vino a la mente la visita que hice con mi papá el año pasado a la ex E.S.M.A., ese día recorrí la "capuchita" donde además de conocer las pequeñas separaciones de cemento donde dormían en cuchetas los detenidos, conocí el cuarto donde albergaban a las detenidas embarazadas.


Hice una pausa con la lectura de media hora, con la esperanza de que al fin me atienda el dentista, al no ser así, continúe leyendo. Lo que más me llamó la atención en esta segunda parte, fue que reaparece la pregunta del principio. Ahora tres soldados empiezan a filosofar sobre la respuesta.
Se arma una disputa entre el cabo Leiva y el Sargento Torres, ya que este le dice al primero que es un irresponsable por dejar esa pregunta a la vista de todos, a lo que el cabo replica que el Doctor Padilla necesitaba urgente esa pregunta.


Terminé de leer con un poco de aburrimiento ya que me resulto pesado que se describa todo el tiempo la formación de fútbol del mundial de 1978 deteniéndose en detalles como la estatura, peso o el club de origen de cada jugador.

Me llamó la atención que los nombres de los capítulos sean números. Después me acorde de como el año pasado analizábamos hasta el título de cada capítulo en un texto. Entonces, cuando llegue a mi casa, con una hoja y lápiz en mano, me puse a relacionar esos números con lo leído y así supe cuál era el significado de cada uno. Los escribí porque supuse que me iban a servir de ayuda para entender la lectura cuando la continuara. Lo que deduje fue lo siguiente:
"Cuatrocientos noventa y siete": número con el que empieza el sorteo para los jóvenes que deben hacer la colimba. Me pareció raro que no se llame "Seiscientos treinta", ya que ese es el número del protagonista.
"Ciento veintiocho”: auto que maneja el soldado, un Fiat 128.
"Ciento dieciocho": segundos que cuenta la mujer mientras el doctor la atiende.
"Mil novecientos setenta y ocho": año del mundial de fútbol.



16 de noviembre:

Empecé “Ochenta mil”, me encontré con la odisea del soldado chófer del Doctor Mesiano de tener que ir a buscarlo a la cancha de River después del partido. Como tenía que esperar, fue a comer pizza a la única pizzería abierta a esa hora.

En ese momento estaba leyendo en voz alta, y mi papá, que es fanático del futbol, al escuchar que estaba mencionando el mundial de 1978 me contó todo sobre ese evento. Me dijo que en este mundial se gastó más de 700 millones de dólares mientras que los niveles de desempleo y la miseria eran cada vez más insostenibles. Además que había sido una estrategia de distracción para ocultar las desapariciones. Lo último que me contó fue que muchos jugadores de otros países no quisieron venir a jugar porque sabían lo que estaba sucediendo realmente en el país.


Volviendo a la novela, llegué al capítulo “Cinco”, donde una chica que estaba andando en bicicleta por la ruta de Quilmes, pide ayuda a un grupo de cinco soldados ya que se le había pinchado una rueda. Estos abusan de ella.

Seguí con mis notaciones sobre los nombres de los títulos:
"Ochenta mil": espectadores que se encuentran en el Monumental.
"Veinticinco millones”: nunca nombra esa cifra. Por eso, le dije a mi hermana que me lo explicara ya que no lograba entender el porqué de esa cifra. Me dijo que a ella también le había costado entenderlo, pero que al preguntarle a mi papá si sabía sobre algún significado sobre ese número para la época,  en modo de chiste le empezó a cantar: “veinticinco millones de argentinos, jugaremos el mundial”, así supuso que la población del país en ese momento era esa.
"Cero uno”: resultado del partido entre Argentina e Italia. 
“Doscientos dos”: habitación donde el protagonista pasó la noche junto a la chica del tic nervioso en la boca.
"Cinco": cinco son los soldados que abusan de la chica a la cual ayudan cuando se le rompe la bicicleta.


17 de noviembre:
Capítulo “S/N”. Me hizo reflexionar mucho sobre la jornada de la otra vez sobre la violencia de género, ya que encontré frases como: “Las guerrilleras se hacen preñar a propósito”, “Porque piensan que si están preñadas no las vamos a tocar”, “¿Qué puta no sabe que su cuerpo no es suyo?”.

Siguiente capítulo. Debate sobre la misma pregunta espantosa del comienzo. El Doctor Mesiano dice que no depende de la edad sino de la masa corporal. A partir de allí, comienza una descripción de las balanzas, cuanto peso soportan, lo mínimo que pueden pesar, etcétera.

“Cuarenta y ocho”. Aprendí que la palabra COLIMBA viene de otras 3 palabras: “Corre, limpia, barre”. No me gustó lo que contaba el capítulo: al conscripto del Doctor Mesiano le tocó suplantar a un guardia en la capuchita, según mis suposiciones deducidas de las descripciones del lugar. Se encuentra al lado de donde se encuentra la mujer detenida, la cual le cuenta todas las barbaridades que ocurrían allí e intenta pasarle el teléfono de su abogado para que denuncie todos estos crímenes anónimamente. Pero el soldado insulta a la mujer y no le brinda su ayuda.

Como siempre, significados sobre los títulos:
"S/N": No entendí porque no lleva número. Me puse a investigar el significado de esa sigla y encontré: “Abreviatura de sin número, que se utiliza en las direcciones de edificios de una vía pública cuando no reciben numeración.”
"Dos trescientos": peso que Padilla le dice a Mesiano que tiene el bebé.
"Cuarenta y ocho": parte de un número de teléfono que le da una detenida al soldado narrador.
"Trescientos noventa y ocho": 390 Ford Fairlaine / y 8 horas de descanso. 



19 de noviembre:
Llegué al epílogo.  Al leer el apellido Maradona en la selección, supuse que el mundial ahora es el de 1982. El que narra es el mismo conscripto del Doctor Mesiano, este está leyendo el diario y se detiene en una noticia que publicó la lista de los caídos en la guerra, dado que en el 82 transcurría la guerra de Malvinas. En la lista, el narrador encuentra el nombre Sergio Mesiano. 

“Mil novecientos ochenta y dos”. El narrador decide ir a visitar al Doctor Mesiano. Lo encuentra en la casa de su cuñado atravesando el duelo de la perdida de Sergio.  

Continúe con “Seis”. Ahora el narrador conoce a Ángela, la hermana del doctor, quien es  cuidadosa y delicada, y realiza guiños de ojos e indirectas de deseo hacia el narrador. Aparece Antonio, su hijo que solo tiene 4 años, castaño y travieso. El narrador deja en claro que se trata de Guillermo, el bebé expropiado de la muchacha de la E.S.M.A

Último capítulo. El narrador se retira de la reunión familiar, vuelve a su casa y se va a dormir.
Sueña con la “puta del tic en el labio” y se acuerda de esa violenta y erótica noche de la que no se olvidó ni se va a olvidar nunca.
 
A continuación, los títulos:
“Uno dos”: resultado del partido Argentina vs Italia.
“Ciento treinta y tres”: modelo del Fiat.
 “Mil novecientos ochenta y dos”: año en el que se jugó el mundial.
 “Seis”: Con ayuda de mi hermana, descubrí que representa el mes junio. 
“Cuatro”: La edad del sobrino de Mesiano. 
“Seiscientos treinta”: Costo, pero después de investigar descubrí que era la amplitud modulada de la radio Rivadavia.



20 de noviembre:
Quedé un poco decepcionada ya que es un final abierto, los cuales no me gustan mucho. Sin embargo, recomendaría el libro a cualquier persona que como yo, tiene conocimiento de lo sucedido en la dictadura, pero nunca había leído un libro al respecto.


Aunque me enganche con el trabajo, me costó un poco hacerlo ya que como dije al principio, leer no es lo que más me gusta hacer. 

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