domingo, 17 de abril de 2016

Iara Morgenstein.

                                                                      ¿Quién soy yo?
Era el año 1925, un barco que había recorrido más de diez mil kilómetros en el océano Atlántico, llegaba al país. Provenía de Polonia y traía cien personas que profesaban la religión judía. Hombres, mujeres, niños judíos. Entre ellos, dos individuos que se amaban, Vaintraub y Morgenstein.
Paralelamente, atravesando la misma masa de agua, otra embarcación. Esta vez de origen español y con una fe distinta, la cristiana. Pero con un mismo camino, la Argentina. Dentro de este viajaban casi cincuenta seres, dos de los cuales eran matrimonio, Montes y Pailos.
Dos parejas de amantes con diferente procedencia pero igual destino, al arribar a la República cada una concedería un hijo. Benjamín Morgenstein, uno de ellos. José Pailos, el otro.
Benjamín creció aprendiendo las costumbres de su nación junto con las que le inculcaban sus padres: polaco, hebreo, la Torah, knishes, leicaj. Al alcanzar los veintiocho años, se casó con Beatriz Magat y, fruto de aquella relación, nació Marcelo Morgenstein.
Por su parte, José tuvo una historia similar pero con una desemejanza en cuanto a sus prácticas: Jesus, la Biblia, español, churros con chocolate. A los veintiséis años, se esposó con Nelly Marquez y tuvo una hija, Fabiana Pailos, quien al alcanzar la adolescencia conoció a Marcelo, se casó y parió una niña nombrada Iara.
Esa soy yo, esta es mi historia, mi identidad.
Me llamo Iara Morgenstein. Nací el veinte de marzo de 1999 en Buenos Aires por lo cual mi edad es de diecisiete años. Soy hija de una madre católica y un papá judío, soy la mezcla de ambas religiones, combino aspectos y características propias de cada una.
Físicamente, soy una chica de tez muy clara con nariz y orejas pequeñas, típicos rasgos asquenazis heredados de mi padre. Tengo el pelo largo y marrón y ojos del tiempo pardos al igual que mi mamá.
En cuanto a mi personalidad, soy tacaña, exigente, estudiosa y algo antipática, por estas propiedades todos dicen que parezco judía ya que los hombres y mujeres que siguen esta ideología suelen ser así.
No poseo una doctrina definida, ya que al ser retoña de dos sujetos con diferentes creencias, no escojo una en particular por respeto a ambas. Sin embargo, creo en Dios y tengo costumbres de las dos. Celebro Navidad, Año Nuevo, Rosh Hashaná y Pesaj; me gusta comer huevos de chocolate en Pascuas y me fascina el Matzá así como los vareniques y el guefilte fish; acompaño a la iglesia a mi abuela materna y al templo a la paterna; recibo y doy regalos el veinticinco de diciembre y sigo con el ayuno a mi papá en Iom Kipur.
Esa soy, el mestizaje de dos credos opuestos que me hacen ser la persona que soy.


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