Que el amor sea una ensalada de frutas
Creía que se iba a enamorar cuando encuentre esa otra mitad de la que hablan. Hasta
que llegó su pera.
Despertar
Le habían recetado incontables
antídotos. Mis labios fueron su salvación.
Sed
No quedaba más agua. Toda la población se encontraba desesperada ante esta
situación. El calor sofocante del verano enardecía los cuerpos y sudaban sin cesar. Hasta el punto de que el
mismísimo Sol comenzó a transpirar. Caían gotas, y cada vez más gotas. Y así
llegó la solución para todas las familias. A las 12 del mediodía se reunían en
un punto céntrico y formaban una infinita fila. Todos llevaban en su mano un
vaso. Uno a la vez alzaba su recipiente y recogía un par de gotas. Y así toda la población volvió a hidratarse.
Muerte
Hallaron un cuerpo a orillas del mar. Y junto a él una nota que decía
“ Bebí el veneno de su copa, y el miedo ya no formó parte de mi vida. Ella
tampoco”
Inversa
La puerta de la cápsula se cerró. Me
ajusté el cinturón de seguridad, coloqué el casco en mi cabeza y pulsé el botón
rojo.
Luego de una gran explosión, la noción del tiempo se evaporó. Me dirigí hacia
lo más profundo de mi historia. La puerta se abrió y allí me vi. De brazo en brazo
me paseaban. Me oí chillar. Sentí el olor al vomitar. Me vi largando alguna que
otra mueca frente a esas figuras gigantescas que aparecen haciendo monerías.
Cuando quise volver a la máquina, me
di cuenta que ya no estaba. Y debí quedarme allá, y comencé a cumplir para
atrás.
Espectro
El reloj indicaba las diez de la noche .El museo había cerrado hace un par de
horas. Pablo y Juan forzaron la puerta
principal y entraron. Se encontraban en la oscuridad, donde solo retumbaban sus
voces. Uno de los cuadros se movió. Y uno de los jóvenes preguntó:
- Crees en los espíritus? A lo que el
otro respondió con un gesto de negación. Pues, yo sí le advirtió el primero y
desapareció.
Secretas sirenas
Simón siempre soñaba con sirenas.
Sirenas susurrando suaves sonetos. Otra vez las soñó surfeando sobre siervas sardinas,
o silbando sesenta sonidos sin suspirar. Uno de sus sueños preferidos; sirenas
sembrando sonrisas en el fondo del océano.
Decidió realizar una reflexión y sostuvo “si saben sobre sueños similares ,
siéntanse suertudos. Las sirenas simbolizan seducción”
Descansa en paz
Ana besaba con delicadeza el féretro
gris. Hablaba incansablemente. Juan Kelver la miraba . Nunca olvidaría por qué
razón sucedió todo. Unos violines ,xilófones y yugos zumbaban.
Caperucita en la ciudad
En el
barrio la conocían como “Caperucita roja” debido a su particular atuendo que
llevaba todos los días. Era una niña de no más de 11 años que vivía con su
familia en el centro de la ciudad. Un día, la madre la envió a casa de su
abuela enferma para que le lleve unas tortas que había hecho. Le indicó que
debía tomarse el colectivo de la línea 59 en la Avenida 9 de julio ,que se encontraba a
cuatro cuadras de su casa. Caperucita tomó la tarjeta SUBE, su ipod, se colocó
los auriculares y partió escuchando a Justin Bieber,su cantante favorito.
Cuando se bajó, sin darse cuenta ,tomó
el rumbo equivocado. Su mamá le había dicho que tan solo debía caminar tres
cuadras, y ya llevaba diez. Entonces abrió el gps de su ipod, pero no había
WiFi. Un hombre que pasaba por allí,la notó desorientada y se acercó para
preguntarle qué pasaba. La niña le explicó y él le indicó el camino que debía
tomar. Mientras caminaba, una tormenta eléctrica
precipitó en la ciudad y un corte de luz dejó en completa oscuridad las calles.
Caperucita dio cinco pasos y un pozo se la comió.
Ángel
Tras zafar, allá la calma pudo hallar.
El alma alada vagaba y abrazaba a mamá para sanar las nanas .
Papá con una máscara debió tapar todo el mal. Mamá!Papá! No agachen la mirada,
acá estoy. Cada mañana admiren el alba y me acapararán.
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